De acuerdo la Unidad de Especialidades Médicas- del Centro de Atención Primaria en Adicciones (UNEME CAPA) Mante, la reactivación de clases presenciales no solo favorece a que miles de alumnos se recuperen en el aspecto pedagógico, sino también en lo físico, mental y social.
El psicólogo Omar Alonso Solano, director de UNEME CAPA Mante comentó que, el cierre de los planteles educativos fueron medidas de control ante la propagación del Covid-19 y esto causó problemas a la salud mental de muchos niños, adolescentes y jóvenes estudiantes, cuyos trastornos se reflejaron con estrés, depresión y ansiedad al no lograr adaptarse al confinamiento.
“Inclusive, tenemos el caso de 10 alumnos que abandonaron el bachillerato sin haberlo comunicado a sus padres, los problemas de salud mental les afectaron y tuvimos que tenerlos bajo tratamiento y evitar que su estado de salud continuara agravando”.
En el caso de los alumnos comentó que el haber frenado repentinamente la comunicación o el contacto físico con sus compañeros de clases impacto seriamente en el aspecto emocional, y hubo hasta cierto punto un desinterés en las clases en línea, en el caso de los maestros dijo, el estrés se apoderó de muchos de ellos que no estaban actualizados en el manejo de tecnologías y se les dificultó impartir sus clases a través de esa plataforma causando grandes niveles de estrés.
Alonso Solano dijo que si bien es cierto el riesgo de contagio permanece, exhortó a los padres de familia a dialogar con sus hijos sobre el tema y a transmitir confianza de los grandes beneficios que obtienen al asistir a clases presenciales, obviamente privilegiando siempre el tema de salud, “el beneficio físico, de salud y emocional que se vio afectado en muchos alumnos a causa del confinamiento”.